viernes, 15 de abril de 2011

SABER DISFRUTAR Y SABER SUFRIR

Adjunto una columna de opinión de Jose María Gutiérrez 'Guti' sobre Mesut Özil. La ha escrito para 'Orbyt' y me parece bastante interesante por eso la reproduzco en mi blog. Un saludo y ahí va el artículo:

JOSE MARÍA GUTIÉRREZ 'GUTI'

Ya durante el Mundial me dio la sensación de que estaba viendo a un futbolista distinto. Cuando la gente habla de un futbolista distinto muchas veces se quiere imprimir un acento de duda, tal y como pasó conmigo durante toda mi etapa madridista. Porque lo distinto no se ha tolerado casi nunca, o al menos no ha encontrado el apoyo de la mayoría. Creo que eso siempre fue así y siempre lo será.
Pero en el caso de Özil creo que esa mayoría ha dado, o ha querido dar (o está intentándolo) un paso hacia adelante. He leído y he escuchado que Özil es algo así como una versión mía 2.0. Puede que eso sea así, pero en realidad yo creo que se trata verdaderamente de un jugador al que aún le queda muchísimo por crecer. Ahora mismo me parece muy bueno por la manera en que interpreta el fútbol, pero dentro de un tiempo, no sé calcular cuánto, su potencial será muchísimo mayor. Adaptarse a un país tan diferente al suyo en todos los aspectos no es nada fácil para un chico tan joven que siempre vivió escuchando su idioma y viendo a su gente. Otra cosa es intentar una aventura extranjera cuando ya lo has conseguido todo y cuando has pasado la vida en el club más grande y más internacional del mundo, como es mi caso.
Özil juega muy bien al fútbol porque se divierte jugando al fútbol. Se le ve. Por eso, a estos jugadores se les nota tanto cuando son felices fuera: ahí no hay quién los pare porque un partido de fútbol completa un día perfecto, y parece que flota por el césped, y que pone la pelota cuando, donde y como le apetece. Su mentalidad alemana y su sangre turca me da la sensación que ha creado a un personaje muy singular. No quiero anticiparme en el fútbol a nada, pero tengo la impresión de que dentro de unos años, no muchos, podría estar aspirando a los mejores títulos individuales del fútbol europeo y mundial.
Özil no busca la pelota, busca a una compañera, a una amiga, y por eso la trata tan bien cuando la encuentra. No tiene motivos para enfadarse con ella porque en su imaginación, en su plan, tiene un montón de cosas bonitas que hacer con ella. Si él no está de buen ánimo no querrá hacer nada ni con ella ni con nadie. Y ahí es donde salen ganando sus equipos casi siempre porque éste tiene ingeniería alemana en su esqueleto. Un día de malas sensaciones lo soluciona más o menos con su sentido de la disciplina y de la educación a la que ha sido sometido. Puede ser la clave en todos los clásicos.

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