Lo que vivimos ayer fue un triunfo del fútbol español, toda España pegada al televisor para ver y animar al Athletic, equipo de todos anoche. Nuestra camiseta era rojiblanca, gritamos los goles como si de nuestro equipo se tratase, sufrimos cada aproximación 'devil' como si viendo nuestra a escuadra nos acecharan nuestro arco.
Lo que vivimos ayer fue un derroche de ganas, ilusión, coraje, valor, compañerismo, sincronización, toque, empeño... un grupo de once amigos que Bielsa ha sabido poner a jugar al fútbol, de manera superlativa, haciendo suyo Old Trafford desde el minuto 1. Un equipo escalonado, que trabaja al son, generoso a las coberturas, móvil... un máster al buen hacer.
Lo que vivimos ayer fue un disfrute de chavales como Llorente, rey de la sabana; Iker Muniain, ese travieso al que apodan Bart Simpson; De Marcos, pide a gritos y a kilómetros sobre el terreno de juego su llamada a la 'roja'; Ander, otro loco bajito, mucho futuro, muchas internacionalidades por delante; Susaeta, pesadilla de las defensas por el flanco derecho, en muchas agendas está en letras mayúsculas; Javi Martínez, mariscal de la defensa, cid en la medular, jugador 4x4, todo bien y correcto... el futuro es suyo.
Lo que vivimos ayer fue seguro una noche de disfrute y emociones fuertes para una persona: Joaquín Caparrós. Magnífica su labor en Bilbao. Dejó una base, puso a jugar a los más jóvenes, convirtió un equipo en lucha continua por no descender, en plantilla correosa y compacta, que un loco con gafas ha sabido llevar hasta la excelencia. ¡Bravo Jokin!
Lo que vivimos ayer fue el preludio de lo que se nos viene. Si 8.000 gargantas rugían en Old Trafford tomando el reino como suyo, San Mamés puede ser algo descomunal. Tantos años de sufrimiento bien merece un disfrute semejante.
¡Disfrutad, leones, es vuestro momento! ¡Aupa Athletic!
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