viernes, 6 de mayo de 2011

El efecto 'Pastore' se diluye

El Palermo comenzó la temporada 2010/2011 de la mejor manera posible. Lograba encadenar victorias, jugaba un fútbol muy vistoso y su posición en la tabla le daba licencia para soñar con una clasificación para la próxima edición de la UEFA Champions League. Todo ese trabajo conjuntado se personificaba en un mediapunta argentino, Javier Pastore. Futbolista exquisíto, poseedor de una técnica maravillosa y una de las mayores esperanzas de la 'albiceleste' para la próxima Copa América.

Barcelona y Real Madrid peleaban por llevárselo a España, Ferguson lo vigilaba para tratar de convertirle en un 'diablo rojo' y los grandes de Italia pretendrían robar a toda costa al virtuoso jugador del 'mar de plata'. En esos momentos surge la figura de Maurizio Zamparini, presidente del Palermo, que reitera a 'capa y espada' que quién quiera tener en su plantel a Pastore tendrá que abonar una cantidad de dinero estratosférica.

Con la temporada ya agonizando, el Palermo marcha octavo en el 'Calcio' y suma una extensa racha de irregulares partidos. Esto ha provocado que Pastore haya desaparecido de la actualidad futbolística como jugador ansiado por los grandes de Europa, y más teniendo en cuenta que nos encontramos en un momento del año donde la rumorología se encuentra en un punto algido.

Aquí llega la moraleja de mi artículo. El fútbol es un juego de equipo y por ello cuando el Palermo iba bien, Pastore era una de las sensaciones de la temporada. Es algo lógico, Messi o Cristiano no serían lo que son si no está detrás un tal Xavi, Iniesta, Özil o Alonso. Por eso, cuando un jugador crea tanto 'furor', se centran en él los focos y los elogios. En esas situaciones hay que saber disfrutar del fútbol de la persona, pero tener presente en la mente que para ello debe existir detrás un conjunto magnífico.


Para terminar he de señalar que ver a Pastore jugar es una delicia. A pesar de que ahora no se encuentra en su mejor momento, estoy convencido de que en muy poco tiempo lo veremos en un grande.  Con 21 años, el futuro es suyo, y al que muchos comparan con Zidane, nos deleitará con grandes clases de cátedra de lo que es la pasión de muchos, el fútbol.

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